El Gran Dragón Rojo y la mujer revestida de Sol, acuarela de William Blake que inspiró a Thomas Harris para su novela Dragón Rojo, quien a su vez inspiró al autor.
CAPÍTULO IX (fragmento)
Luego de un almuerzo
compartido de una hora, volvieron a la Central. Dasombrío conversaba con Dell´ Arthur
y Muane, cuando Caraballo se acercó agitando el diario del día. En la página de
policiales había una referencia al flamante equipo de investigación a cargo del
caso del señor S.
– ¿Qué opina de
Hagenbach? Tengo entendido que fueron compañeros de estudio. ¿Le molestó que
intentaran reclutarlo en lugar de haberlo buscado a usted, que ya ha trabajado
antes con la policía? –preguntó Máximo, intentando que pareciera casual, pero al
profesor no se le escapó cierta intención provocativa.
Tomó un vaso de agua
antes de contestar.
–Las cualidades del
doctor Hagenbach están fuera de discusión. Walter ha propuesto una teoría sobre
los asesinatos en serie más abarcativa que las anteriores. Que en Pakistán
hubiera un asesino como Veerapan, que en Yemen apareciera un Abdallah al-Hubal
o que en el siglo XV hubiera existido un Gilles De Rais era difícil de explicar
con las teorías que planteaban a esos asesinatos como emergentes de las
sociedades industriales modernas. Por otro lado, es cierto que conozco a Walter
desde hace años: fuimos compañeros de estudio. Pero pertenecemos a clases
diferentes de especialistas. Él es un gran teórico, un arquitecto de la
especialidad, probablemente el más versado de Latinoamérica en lo suyo, y lo
sabe. También sabe que no es la persona adecuada para trabajar en la
elaboración de un perfil criminal.
–Y usted sí.
–Tengo estudio y
experiencia concreta en diagnósticos y perfiles, que es lo que se necesita en
este caso.
–Entonces, retomemos
el trabajo –propuso Caraballo.
Dell´ Arthur silbó
dos veces para llamar la atención, iniciando la segunda parte de la
reunión.
–El profesor nos
orientará respecto a qué tipo de persona puede ser el señor S. De esa forma, podremos
achicar el rango de sospechosos. Él hará una contribución de especialista, pero
la tarea de descubrirlo es un trabajo colectivo entre todos. Para eso hay que
buscar periodicidad, coherencia en el móvil, un modelo de conducta que se pueda
reconocer o identificar y que nos ayude a encontrarlo.
A Dasombrío le
pareció oportuno ilustrar las implicancias de construir un perfil criminal en
el marco de una investigación policial como la que tenían entre manos.
–Hemos tenido casos
célebres de asesinatos múltiples en Argentina, pero este asesino serial
representa un desafío distinto. Los homicidas múltiples matan por motivos más
que nada emocionales, en un arrebato violento. En cambio, estos asesinatos son
planificados.
Tomó un volumen de
tapas duras de su maletín y lo blandió ante ellos.
– ¿Ven este libro?
La frase de cabecera del autor, John Douglas, es: “Si quieren entender al
artista, analicen su trabajo”. Douglas escribió tres libros sobre el tema; uno
de ellos es un clásico. Se llama Cazador de Mentes: dentro de la unidad de
crímenes seriales del FBI. Él dirigió investigaciones en la unidad de
Ciencias del Comportamiento durante 20 años. Recomiendo su lectura. Para
construir el perfil de un asesino serial, los especialistas del FBI analizan la
escena del crimen desde una perspectiva distinta a los demás peritos en
criminalística: un perfilista no busca huellas digitales, muestras de sangre,
semen, cabellos o algún tipo de evidencia que sirva para una condena, sino que
trata de identificar en la escena del crimen los rasgos que permitan establecer
cómo es la personalidad del homicida –explicó.
En las oficinas
contiguas sonaban los teléfonos. Era una hora de frenética actividad en la Central,
con agentes yendo de un lado para otro, como dejaban adivinar las sombras
detrás de los vidrios.
“Hacer un perfil
criminal sirve como herramienta, pero no resuelve todo, solo es una ayuda y
asistencia a la investigación: definir un perfil, para orientar la búsqueda y
achicar el rango de posibles sospechosos. Construir el perfil es tanto ciencia
como arte, así que no esperemos resultados inmediatos; estos casos se resuelven
más por detalles que por perfiles. En la medida en que combinemos lo que yo
hago, más el análisis de materiales y la escena del crimen, protocolos y autopsias,
fotografías, reportes policiales, el estudio de las víctimas, pongamos juntos
todos esos datos y los resultados de la investigación, tenderemos una red que
en algún momento nos permitirá atraparlo. Pero sepamos que puede ser difícil. Douglas
escribió: ‘Sometimes, the Dragon wins; a veces, el Dragón gana’”.
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