jueves, 24 de febrero de 2022

El señor S presenta El Salto del Tigre en La fragua

 CAPÍTULO XIX (fragmento)


–Ese es el Cerro Áspero; y a sus pies, Pueblo Escondido –le dijo a la pareja de turistas españoles, maravillados ante la visión del lugar, a pesar del agotamiento después del trekking de dos horas desde que dejaran el vehículo en una posta. Era media tarde y el sol aún calentaba un poco el aire de las sierras.

– ¿De qué época es este lugar? –preguntaron a coro.

–De principios del siglo pasado, cuando una empresa minera europea comenzó a extraer tungsteno, un mineral que se usaba para fabricación de material bélico, entre otras cosas. En 1969, el yacimiento se cerró definitivamente. Después vamos a hacer un recorrido por las edificaciones, talleres, barracas, túneles y minas. 

Pese a que su temperamento lo inclinaba a apreciar mucho más la naturaleza que la cultura, Pueblo Escondido era uno de sus lugares favoritos por la mezcla de ambos elementos. Las instalaciones parecían fusionadas con el paisaje: el lecho pedregoso del arroyo se desparramaba en dirección a las construcciones, recostadas sobre la montaña, y el puente colgante se entrelazaba con las ramas de los árboles a la orilla del curso de agua.

–Recorreremos rápidamente el pueblo antes de descansar. Mañana daremos un paseo por tres arroyos de la zona: el arroyo del Medio, el del Bosque y el del Tigre –explicó–. Vamos a visitar unas cascadas también, pero la mejor de todas quedará para el último día, cuando empecemos el camino hacia Merlo, San Luis. Es el Salto del Tigre, que tiene 20 metros de altura.


Foto de Federico Mina publicada en https://descubri.cadena3.com/

jueves, 17 de febrero de 2022

El señor S presenta a los volcanes cordobeses en La fragua

 CAPÍTULO XII (fragmento)


–Les recomiendo visitar la precordillera mendocina. Al sur de Malargüe hay un paisaje apropiado para hacerse una imagen del Génesis: la Payunia, uno de los 10 campos volcánicos más extensos del planeta. Si pueden, vayan a conocer el Payén Matru y el Payén Liso. Esa región tiene un promedio de 10 volcanes cada 100 kilómetros cuadrados y unos 800 conos identificados. Y, si van a Neuquén, visiten el volcán Domuyo, de 4.709 metros, la mayor altura de la Patagonia.

– ¿Hay volcanes en Córdoba? –preguntó Mariana.

–Sí, otro motivo de orgullo provinciano. Sobre el cordón serrano occidental, más allá de las Sierras Grandes, existe un conjunto llamado volcanes de Pocho. Son productos del vulcanismo de la segunda mitad del Terciario. Hicieron erupción por última vez hace unos cinco millones de años, en una cadena de cataclismos que moldeó el paisaje de esa región. Desde entonces no hubo más erupciones, pero sí son frecuentes sismos de distinta magnitud. Hoy pueden verse rocas volcánicas, bombas eyectadas a muchos kilómetros, domos y conos. El cono más visible es el Cerro Ciénaga, cerca de Taninga. Otra referencia es el Yerba Buena, Aguas de la Cumbre o Véliz, rematado por un domo de roca volcánica. Ese vulcanismo tardío tiene el mismo origen geológico que el de la cordillera, que aún persiste.




martes, 15 de febrero de 2022

El profesor Dasombrío estudia al señor S: fragmento del capítulo IV de La fragua

 CAPÍTULO IV (fragmento)


Dasombrío ordenó su escritorio y colocó en su revistero de publicaciones recientes los envíos en inglés que había recibido por correo esa semana: acomodó el Journal of Personality Dissorders para tenerlo a mano, dispuso más al fondo el Criminal Justice and Behavior y se sentó a estudiar el expediente del caso luego de prepararse un café.

El análisis de los crímenes le había dejado algunas pautas: se trataba de un asesino que planeaba sus incursiones, mataba rápidamente y montaba una escena para hacer realidad sus fantasías, teniendo a las víctimas femeninas como foco de su interés. El profesor intuía que para entender al asesino había que ver a las mujeres como objetos de un montaje que había estado en su mente antes que en el mundo real. El significado que para él tenía el crimen y el modo en el que cada víctima mujer había sido escogida debían proporcionar las claves de su perfil. 

Con esos elementos, optó por comenzar la lectura desde el segundo asesinato, el punto a partir del cual se lo había convocado; luego iría hacia atrás. La carpeta incluía los protocolos de las autopsias. Revisó las páginas hasta que encontró, junto a las respectivas firmas, los sellos con las calificaciones de los especialistas forenses que habían hecho el trabajo: un médico clínico y una especialista en traumatología.

Al comenzar a leer el documento, se preguntó si, considerando el revuelo ocasionado en el hotel al descubrirse el crimen, el personal policial había podido mantener a raya a los curiosos para hacer su trabajo; quizá al médico forense y a su ayudante se les podía haber complicado la tarea de tomar notas detalladas sobre el emplazamiento preciso de los cuerpos (era una consigna de manual evitar cualquier distorsión en la escena del crimen). 

El expediente decía que ninguna huella digital había sido levantada del cuarto. Anotó a pie de página una pregunta: “Víctor, ¿estamos seguros de que nadie intervino en la escena del crimen?” y siguió leyendo el informe.

“El asalto a la pareja se habría producido entre las 6 y las 7 AM del 17 de marzo”. La hora del ataque y de los decesos se basaba en el informe del forense que realizó la autopsia. Eran necesarios estudios adicionales de anatomía patológica para determinar con más precisión el momento exacto de cada muerte y el intervalo de tiempo entre ambas. Muchas veces, las estimaciones iniciales se basaban en cálculos realizados a partir de la temperatura de los cuerpos, los cuales no eran del todo exactos. 


Una de las primeras versiones de tapa y contratapa de la novela.

sábado, 5 de febrero de 2022

Un paseo por Marte en La fragua

 CAPÍTULO XXXIX

EL RETORNO DE LA BELLA JARDINERA (fragmento)

En el balcón de Metzadir, el señor S observa las montañas cercanas, hendidas por el cañadón del río que suena como un trueno después de las últimas lluvias. Hace media hora que contempla el paisaje y ahora siente ganas de ver imágenes de su galería de fotos, así que desciende hacia su cuarto de trabajo.

Primero, una foto tomada de día, en la que sin embargo todo está oscuro. El sol apenas brilla a través de nubes de gas y ceniza: el mayor resplandor no proviene de él, sino de una explosión de lava en el monte Tobalchik, haciendo erupción en Siberia. También ilumina la escena un relámpago que serpentea por encima del cráter, provocado por el roce de los fragmentos de lava en las nubes de ceniza. 

La primera foto de la serie fuera de la Tierra es una imagen tomada por la sonda Viking y muestra a tres de los cuatro grandes volcanes de Tarsis en Marte. La segunda es una fotografía en creciente tomada por el mismo vehículo: la iluminación destaca un grupo de nubes orogénicas a socaire del Olympus Mons, el gran volcán marciano y el mayor de todo el sistema solar, inactivo desde hace 100 millones de años. Con una altura de 23 mil metros y un cráter de 80 kilómetros de diámetro, dibuja un estigma descomunal sobre la superficie del planeta rojo.  



Analía Bonifay y el autor, con los ejemplares que intercambiaron

  Foto tomada en el encuentro de Narrativa en Biblioteca Córdoba, viernes 27/9/2024.